Ver para creer, el golazo de Luis Suárez con Gremio, la magia sigue intacta

Gremio necesitado de salir de los resultados negativos en el encuentro por Copa de Brasil ante el Cruzeiro era crucial para salir de ese pozo que los tiene con una racha que poco les gustaría estar pasando en estos momentos del año. El equipo que dirige Renato Gaúcho iba a ser un once inicial bien atacante sin mucha modificación, Suárez como el referente de su equipo junto al zaguero que ya tiene sus años en Gremio como lo es Kannemann argentino de 32 años que ya desde el 2016 viste la casaca ‘tricolor’.

En Gremio a los trece minutos de la primera parte ingresó el otro uruguayo Felipe Carballo debido a que Pepe tuvo que salir porque se lesionó. Con los dos uruguayos en cancha se disputaba el partido por octavos de final. Suárez con esa necesidad de siempre convertir y demostrar que aún hay Luis para rato, y Carballo demostrar que puede ser titular como lo venía haciendo a inicio de torneos. 

Cruzeiro pegaba primero en el marcador, la visita con gol de Bruno Rodrigues en el minuto ocho ya se ponían en ventaja y la parcialidad de Gremio se ponía nerviosa, veían que se iba a venir lo peor en un gol tan tempranero. El ‘tricolor’ empezó a generar peligro al área rival, busco y busco el empate en todo el primer tiempo pero no aparecía ese gol de empate para luego buscar el triunfo.

La segunda mitad cambiaba, Gremio de local se había ido perdiendo por un gol, sabían que si querían algo más estaba en ellos conseguirlo de forma inmediata, porque los minutos pasaban y el gol no llegaba, Suárez tenía varias chances pero le respondía de buena manera sus tiros al arco el golero de Cruzeiro.

En los último minutos aparece la genialidad 

Suárez siempre tiene un AS bajo la manga, de tanto buscar e insistir, terminó encontrando lo que tanto buscó durante toda la noche, su gol, ese gol que le de un alivio inmenso para seguir con confianza de cara a todos los partidos que se vienen, tras un pase de Bitello, Luis la calzó de afuera del área y la mandó a guardar de tres dedos al ángulo, un verdadero golazo para empatar en el minuto 79.