Por Dante Sosa
En Peñarol están necesitados de la llegada de importantes refuerzos para el 2024, dado que, si bien los dirigidos por Diego Aguirre llegaron a disputar la final del Campeonato Uruguayo, el balance del año en el 2023 está muy lejos de alcanzar las expectativas puestas a principios de temporada.
En ese sentido, Aguirre quiere aprovechar al máximo la pretemporada no solo para seguir afianzando la idea futbolística en todo el plantel, sino también para traer nuevas incorporaciones que sean de su gusto y armar un equipo más competitivo para afrontar la próxima Copa Libertadores.
Uno de los grandes deseos que tenía el Manya en el mercado era contar con la llegada de Cristian Lema, experimentado marcador central argentino que finalmente terminó cerrando su acuerdo para convertirse en nuevo jugador de Boca Juniors. Al mismo tiempo, en la delantera, un goleador que le gustaba al DT Mirasol era Maximiliano Romero, pero Argentinos Juniors terminó ganándole de mano al aurinegro.
Estas dos situaciones generaron una gran frustración no solo en Aguirre, sino también en los hinchas, que ya comenzaron a caerle fuertemente a la dirigencia de Ignacio Ruglio por no poder traer refuerzos de jerarquía para estar a la altura en el 2024. Y como si no fuera suficiente, ahora debieron afrontar nuevos disgustos en el mercado.
Diego Aguirre también deseaba hacerse con los servicios de Mauro Méndez, delantero de Estudiantes de La Plata, pero recibió ofertas superadoras desde lo económico provenientes de equipos grandes de Perú y Paraguay que dilataron las chances de su arribo al Carbonero. Algo similar ocurrió con Maximiliano Silvera, quien, luego de quedar libre de Santos, también es pretendido por San Lorenzo de Almagro además de los de Montevideo.
05/07/2024
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